Letra: Salvador Valverde
Música: Ramón G. Bastida
Decir adiós, adiós al ayer,
es un morir de todo mi ser,
adiós niñez, adiós mi hogar,
tu niña ya se va.
Aquí encontré bondad familiar
y supe del calor de un hogar,
hogar feliz, con qué emoción
pisé tu gran salón.
Arrancarte del corazón
jamás podré sin un mortal dolor.
Decir adiós, adiós al ayer,
es un morir de todo mi ser.
Como el cristal que se quebró
igual igual soy yo.
Arrancarte del corazón
jamás podré
decirte adiós sin un mortal dolor.
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